28 de julio de 2010
Gibrán Valdez Durán
Tlajomulco de Zúñiga, Jalisco.- Para las que no pudieron disfrutar del cantante, actor y bailarín, Chayanne les regaló una noche que no le pidió nada a las dos anteriores en el Auditorio Telmex, las expectativas al principio no eran tantas, pues desde la llegada al estacionamiento del recinto se vislumbraban pocos carros, pasó el tiempo y algunas fans pudieron tomarse fotos antes del recital con el artista por una promoción de EXA FM. Salieron emocionadas, con júbilo y gritando, una pequeña muestra de lo que se presenciaría más tarde en las gradas.
Noventa por ciento de las localidades estaban ocupadas, las más altas y algunas filas de la zona Oro lucían despobladas, pero lo demás era un paraíso, un paraíso de la bella mujer tapatía, altas, bajitas, morenas, rubias, delgadas, gorditas, fuera como fuera cada mujer que llegó a la arena lanzó cuando menos un grito a la estrella de la noche.
"Provócame" fue la canción con la que -al igual que en las anteriores presentaciones- abrió con un gran grupo musical acompañándolo, batería, percusiones, guitarra eléctrica, bajo, además de dos guapísimas y talentosas bailarinas y cuatro bailarines.
Quiso que lo provocaran y con su camisa morada arremangada, chaleco negro con algunos brillos y pantalón negro, bailó la primera y segunda canción que fue "Róbame el alma", para posteriormente agradecer: "Gracias Guadalajara, buenas noches. Estoy muy contento, esta es una noche muy especial para mí porque es la tercera vez que me presento en esta plaza, y como digo siempre, esta noche pueden hacer con nosotros lo que quieran", y la respuesta del público en el cual reinaban las mujeres fueron de gritos ensordecedores.
Juegos artificiales, pantallas gigantes, cambios de ropa, y coreografías excelentes marcaron el ritmo de la noche durante las casi dos horas que duró el show, pero no faltaron las baladas como "Un siglo sin ti", o las bailables como "Torero", y claro canciones de su más reciente producción discográfica "No hay imposibles", y no hubo imposibles, no existió tapatía que en tres noches diferentes no pudiera ver a Chayanne en vivo, sus bailes, cantos, sonrisas, y miradas. Guadalajara tuvo a Chayanne y Chayanne tuvo para todas.
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