miércoles, 13 de octubre de 2010
Chayanne hizo soñar y bailar a casi doce mil personas en el hipódromo
Chayanne pasó nuevamente por Rosario con un impactante show en el cual recorrió sus mayores éxitos y mostró parte de su último disco. Casi doce mil personas, en su gran mayoría mujeres, soñaron, cantaron, bailaron y se divirtieron con el artista y una impresionante puesta en escena con pantallas de led y un sonido impecable.
“Provócame” fue el tema que eligió Chayanne para comenzar su espectáculo en el hipódromo del Parque Independencia, el primero de una larga lista de megahits que intercó con canciones de su último álbum “No hay imposibles”.
El disco fue la razón de este regreso a la Argentina después de tres años de ausencia. Y Chayanne renovó en su recitla su poder de encantamiento. Sabe seducir a su audiencia con cada movimiento de cadera y cada sonrisa.
El artista, una megaestrella que actuó en Rosario en el marco de una gira internacional (ver aparte), tiene el don de resultar un ídolo cercano: coquetea con ironía con sus fans, derrocha sensualidad casi como un chiste y tiene en forma permanente una sonrisa para retribuir las demostraciones de afecto.
Seductor y simpático, Chayanne es también un showman hábil para disparar la empatía con las fans. Así lo hizo en las dos breves intervenciones que tuvo a lo largo de casi dos horas de show. “Buenas noches mi gente”, arrancó para continuar agradeciendo el “cariño” y por “pasar esta noche conmigo”.
Más adelante elogió a su público, al cual calificó como “el verdadero protagonista y razón de ser” de su presencia en el escenario, al tiempo que presentó uno a uno a sus músicos y bailarines y agradeció el trabajo de los técnicos. Y también, provocador y bromista, lanzó: “Pueden hacer conmigo lo que quieran”.
El show, un recorrido por clásicos de su carrera como “Caprichosa”, “Guajira” o “Lola” y los temas de “No hay imposibles”, como “Tu boca”, “Me enamoré de tí” o “Besos en la boca”, resultó un combo que no sólo invitó a bailar y divertirse, sino también a pensar en el valor de los afectos.
Así ocurrió cuando presentó el tema “Si nos quedara poco tiempo”, cuando recordó la necesidad de preservar la amistad y las relaciones y “demostrar el amor, a mamá, a papá, a los hermanos, amigos, amigas, novias, novios, maridos y esposas”.
En el show no faltó la liturgia de los gritos ni los amenities como vinchas, camisetas o pañuelos y ositos lanzados al escenario, todo bajo un lluvia de flashes y una incalculable cantidad de fotos en un show que dejó para el final otro clásico como “Torero”. l
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