Chayanne, el fuego inextinguible

domingo, 10 de octubre de 2010

Una noche a puro fuego y pasión romántica. Mariano Garreta Especial para Estilo Simpático, seductor, carismático, con un increíble manejo del escenario y en permanente contacto con su público, eso es lo que se pudo apreciar de Chayanne anoche en el estadio Andes Talleres. Un verdadero showman. Despertó más de una sensación en sus fans mendocinas, unas 10.000, que no pararon de corear, bailar y piropear a su ídolo.

En la previa ya se palpaba una noche cálida e inolvidable: desde muy temprano, a partir de las 18, el estadio comenzó a colmarse de fanáticas de todas las edades y alguno que otro caballero que acompañaban a sus novias o esposas.

Minutos antes de las 22, el estadio godoycruceño era una fiesta: la típica ola y las reiteradas arengas y cantitos anticipaban la llegada del galán caribeño. Cuando desde el escenario comenzó a soplar humo y empezaron a escucharse los primeros acordes de “Provócame”, los ensordecedores gritos de sus seguidoras anunciaron el comienzo del espectáculo. Luego llegaría “Lola”, para que el cantante puertorriqueño desplegara una lista larga de sus éxitos y algunos temas de su último disco.

Incansable es el adjetivo con el que se lo puede definir a Elmer Figueroa Arce, Chayanne para el mundo. No paró en ningún momento. Durante más de una hora y media se paseó por el escenario y les dio el gusto a sus simpatizantes de tenerlo a unos pocos metros cuando, al ritmo de un mix explosivo entre “Palo bonito” y “Fiesta en América”, se bajó del escenario y, barrera mediante, les regaló su sonrisa característica. Obvio, ellas llegaron al delirio.

Generoso y agradecido, tuvo su momento para destacar a sus músicos, bailarines, su equipo técnico y a todas esas sonrisas y esas miradas de aprecio (refiriéndose a sus fans). También recordó que la gira que lo iba a llevar por 25 países estaba abriendo esa noche aquí en Mendoza. El itinerario nacional seguirá por Córdoba, Rosario, Corrientes, Tandil y Buenos Aires, en donde brindará tres conciertos en el estadio de Ferro. Para culminar en la Patagonia, el 26 y 28 de octubre, en Chubut y Neuquén, respectivamente.

Y para los que no pudieron ir el sábado las esperanzas no están del todo perdidas, porque el cantante se presentará en noviembre en Chile.

Hacia el abrazo final

Desde un escenario digno de espectáculos de producción internacional, con juegos de luces, escaleras y arneses, pantallas de asombrosa resolución que recrearon cada uno de los temas, fue transcurriendo una noche apasionada, romántica, de una profunda conexión entre el artista y su público.

Así el boricua enamoró a las mendocinas con sus clásicos románticos: “Mi vida es un siglo sin ti”, “Si tú te vas”, “Cuidarte el alma”, “Atado a tu amor”, “Si nos quedara poco tiempo”, “Candela” y “Lo dejaría todo”. Y las invitó a bailar con “Caprichosa”, “Guajira”, “Baila baila” con una increíble puesta coreográfica, la cual nos tiene acostumbrados a ver en sus clips, pero esta vez en vivo.

Vale destacar la excelente actuación de sus seis bailarines loockeados para cada ocasión. De “No hay imposibles”, su ltimo material discográfico, se destacaron “Si no estás”, “Tu boca” y “Me enamoré de ti”.

Con “Salomé” parecía que se despedía, pero ante el pedido de la multitud reapareció en escena regalando “Besos en la boca”. Y como abrazando a todas sus seguidoras, en unos de los momentos más íntimos, bailó y cantó “Tiempo de vals” para despertar más de un suspiro.

Luego interpretó “Me enamoré de ti” para agregarle más melosidad al final Y dijo hasta luego con “Torero”.

“Mendoza me va a traer suerte. Cuando quieran que vuelva, me llaman y yo regreso. Los quiero mucho, gracias por estar aquí”, soltó y dejó en el aire un clima de alegría que durará por largo tiempo entre sus sus fans mendocinas. Mariano Garreta - Especial para Estilo