Montevideo bailó al son de los "Gigante2"

Chayanne y Marc Anthony cantaron sus hits en el Centenario ante 20 mil personas

"Esta noche pueden hacer con nosotros lo que quieran", grita Chayanne tras cantar "Y tú te vas". Las mujeres, que son amplia mayoría de las 20 mil personas que miran hacia el escenario montado sobre la tribuna América, enloquecen. "Que lo tiren a la hinchada", cantan. Así fue el clima durante las dos horas y media que duró el show "Gigante2" que brindaron Chayanne y Marc Anthony este miércoles en el Estadio Centenario.


Madres e hijas llevan sobre la frente vinchas plateadas con la inscripción "Gigante2". Grupos de mujeres cuarentonas esperan pacientemente que empiece el show. Alguna que otra pareja pasa y trata de acomodarse. De repente, las luces se apagan y sale Chayanne a escena. Otras luces se encienden instantáneamente: las de las cámaras de fotos que pueblan la tribuna Olímpica y el campo de juego que está protegido con un piso de plástico. Griterío generalizado.

La fiesta comenzó con "Boom Boom", uno de los tantos hits de Chayanne. Cualquier movimiento del artista sirve de excusa para que las mujeres griten, enardecidas. En un momento, el cantante se desprende un botón de su camisa turquesa. Aquello fue el acabose: un chillido ensordecedor.

La puesta en escena fue impresionante: dos pantallas gigantes a los costados del escenario y un LED aún más grande tras los diez músicos. Ocho bailarines y tres coristas acompañaban al portorriqueño en el escenario.

En determinado momento, dos mujeres explotan de rabia porque las chicas de las primeras filas se paran sobre las sillas y no les permiten ver. Un acomodador escucha la queja y se encoge de hombros, incapaz de hacer nada. Las mujeres vuelven a su lugar, farfullando sabe Dios qué cosa. Una de las pancartas que tapa la visión dice: "Chayanne mi sueño es bailar con vos". Peluches, prendas de ropa y banderas vuelan hacia el escenario.

"Yo antes del show ensayo mucho y me gustarían cuatro voluntarias, después del show voy cogiendo los nombres", dice. Nuevo delirio entre el público. Los hits se suceden uno tras otro: "Y tú te vas", "Guajira" y finalmente "Torero" y "Provocame". El artista agradece las atenciones recibidas en Montevideo y asegura: "me lo llevo en el corazón".

Llega el momento de Marc Anthony, quien entra a escena al ritmo de "Valió la pena". Bailan todos: hasta los acomodadores del baño y los dos enfermeros de la emergencia móvil que están allí por si acaso.

Sin bailarines y con menos luces, con un estilo un tanto más intimista, el neoyorquino de origen portorriqueño canta sus éxitos salseros. "Trato, trato, trato, pero no te olvido", canta a coro con el público. El cantante -de gran voz, hay que reconocerlo- es un verdadero showman: tira besos en todas las direcciones, se pone las bufandas que le arrojan, se arrodilla y besa el piso del escenario. "Qué rico", dice en un momento, tocándose el corazón y con cara de extasiado.

"A ver, a ver, cómo mueve la colita", demandan las mujeres. Y Anthony cumple. "Si me viera mi madre", dice entre risas.

De repente, y mientras Anthony canta "No hay nadie como ella", entra Chayanne. Nuevo griterío ensordecedor. Cantan tres temas juntos y cierran con "Fiesta en América" de Chayanne. Un tema que a la noche le calza justo.

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